Para que una acción sea lógica y verosímil debe concordar con las circunstancias ambientales en el espacio y en el tiempo, y por eso he procurado reflejar las correspondientes a Crevillente, incluyendo diversos topónimos locales (algunos de indudable abolengo árabe), referenciando hechos históricos recientes en 1265, y aludiendo a otros posibles en aquel momento y que luego fueron realidades. Consecuencias de esta adecuación festera a la historia han sido, entre otras, un lenguaje cometido respetando la dignidad del adversario, la captura cristiana del castillo por capitulación y no por conquista, y un cambio en el orden de las Embajadas (primero la cristiana y luego la mora) a la inversa de cómo se hace en otros lugares; todo lo cual les confiere aspecto y valores peculiares.